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Aumentar la velocidad del ordenador. Discos SSD

Aumentar la velocidad del ordenador. Discos SSD

Disco duro SSD

Disco duro SSD

A la hora de actualizar un ordenador para darle mayor potencia podemos realizar varias actuaciones, entre ellas las más usuales que nos encontramos son:

Aumentar la memoria RAM: La memoria RAM en un equipo es un elemento fundamental que permitirá que el rendimiento general del equipo mejore. Esta memoria, no confundir con el tamaño del disco duro, permite que los programas se ejecuten en un medio eléctrico y no móvil. Cuando ejecutas un programa, el ordenador lo lee del disco duro y lo traspasa a la memoria RAM para posteriormente ejecutarlo con rapidez. El proceso de lectura y escritura de estos datos desde o hacia el disco duro es un proceso lento en comparación con la rapidez con la que este programa se ejecuta en la memoria RAM. Sin entrar en tecnicismos, si dispones de suficiente memoria RAM, el acceso al disco duro con su disminución de velocidad asociada, la evitamos en gran medida y como resultado el equipo funcionará más rápido. Aumentar la memoria RAM es una operación fácil.

Módulo memoria RAM 4GB DDR3

Módulo memoria RAM 4GB DDR3

Cambiar el procesador por uno más rápido: Esto es, sustituir el procesador que es el corazón del ordenador, el que como indica la palabra procesa todas las operaciones que deben realizarse. El coste generalmente es superior a la ampliación de la memoria RAM, debe ser compatible con nuestra placa base, donde están ensamblados y conectados todos los demás componentes. Normalmente la velocidad general que ganamos no es tan amplia como el aumento de la memoria RAM.

Procesador Intel

Procesador Intel

Cambio de disco duro por SSD (Discos de estado sólido):

Los discos de estado sólido, comúnmente llamados discos duros SSD aportan ventajas reales en comparación con los discos duros magnéticos. A día de hoy la fiabilidad de los discos SSD supera por 3 a los ya “antiguos” discos mecánicos. Por tanto es habitual reemplazar los discos duros antiguos por los SSD. Lógicamente en la instalación de equipos nuevos recomendamos estos últimos e igualmente a la hora de sustituir discos duros defectuosos o simplemente al querer actualizar el ordenador con un disco duro SSD ganaremos velocidad.

De las ventajas más importantes podemos destacar las siguientes:

Velocidad: La velocidad de transferencia de los discos duros SSD es como mínimo 5 veces superior a los tradicionales. La velocidad de acceso a los datos es 10 veces superior.

Peso: 10 veces más ligeros los discos SSD en relación a los tradicionales.

Ruido: Los discos duros SSD no hacen ruido. Se acaba el ruido de la rotación y el acceso de las agujas.

Consumo: 3 veces inferior al disco duro magnético. Esto incide directamente en el tiempo que puede estar un portátil sin conectarlo a la corriente alterna. Más duración de tu batería.

Compatibilidad: Los discos duros SSD son compatibles con la mayoría de placas base, sean estas de portátiles o de equipos sobremesa.

Fragmentación: No existe la fragmentación en discos SSD.

Coste: El coste de un disco duro SSD o unidad SSD es superior a un disco duro tradicional. Consúltanos!

¿Vale la pena actualizar a un disco SSD? Consideramos que sí, el aumento de velocidad no solamente permite la ejecución más rápida de tus programas sino que también puedes actualizar equipos antiguos con un disco SSD y evitar así la compra de un ordenador nuevo. El coste por tanto será inferior.

¿Qué tipo de usuario es el idóneo para discos SSD? Cada usuario es diferente y según las necesidades recomendamos una u otra solución. Como ejemplos pueden estar los usuarios que requieran potencia gráfica, sea por juegos, programas de edición de vídeo o retoque fotográfico, portátiles que inicialmente no eran aptos para la actualización a nuevas versiones de Windows o simplemente usuarios que necesitan movilidad ya que al reducir el consumo de energía, la batería dura más sumando a ello la velocidad de carga del sistema operativo al ser más rápida.

Para equipos nuevos, con requerimientos tales como la navegación por Internet, paquetes ofimáticos, básicamente equipos que no requieren de mucha potencia, no hace falta un disco SSD. Los casos más habituales serían los equipos de oficina.

La elección de un disco SSD en los casos de los equipos de sobremesa, no impide por espacio tener que eliminar el disco que existía antes de la incorporación del nuevo disco. Si el disco duro existente está en correctas condiciones se puede mantener, tratándolo como disco duro esclavo. El disco duro maestro será el nuevo disco SSD, el que ejecutará el sistema operativo y los principales programas y como almacén de datos, películas, fotos, etc. que no requieran de una alta velocidad de acceso o proceso, se alojarán en este segundo disco duro existente.

Esta composición mixta de disco SSD + disco duro tradicional es la que recomendamos al conseguir una alta velocidad de ejecución del sistema operativo y los programas (SSD) sin renunciar por ello de la capacidad y coste que se obtiene con los discos de siempre (HDD).

Y para fanáticos de la velocidad, en los casos en los que la potencia de un equipo es crítica podemos instalar varios discos SSD en una estructura RAID 0 trabajando en paralelo en donde, simplificando mucho, la velocidad se multiplica dependiendo del número de discos que se configuren.

¿Qué ocurre con tus datos y programas instalados? No se pierden. Traspasamos todos tus datos y programas del disco duro antiguo a un nuevo, flamante y rápido SSD sin perder absolutamente nada. No obstante si el sistema a traspasar presentaba problemas, lo más aconsejable es una instalación limpia del sistema operativo, volcado de datos y restauración posterior de los mismos.

Si necesitas cambiar el disco duro, reparar el disco duro o simplemente buscas más velocidad, podemos ayudarte, consúltanos!

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Actualizar el ordenador o tirarlo?

Tu ordenador está pidiendo la jubilación? Es viejo, lento, con un sistema operativo obsoleto. Le has cogido manía? Vamos a resumir que se puede hacer en este caso:

Antes de nada, calculemos la edad aproximada del ordenador, bien más que la edad, con qué sistema operativo funciona. Si es Windows XP el que «corre» por las venas de tu querido ordenador, tenemos que decirte que es viejo, muy viejo. Windows XP nació el 25 de octubre de 2001!!, a finales de 2013 tenía una cuota de mercado de unos 500 millones de ordenadores. Siguen habiendo muchos usuarios, sobretodo empresas, que aún lo utilizan. No obstante, el fín del soporte técnico oficial por Microsoft hace peligroso continuar con él.

*El siguiente Nokia 3310 también es del año 2001. 😉

nokia3310

Nokia 3310. La duración de la batería era encomiable.

Resumiendo, si tienes Windows XP, lo mejor es comprar un ordenador nuevo. Acuérdate de realizar un traspaso de datos e instalar los programas que usarás en tu nuevo equipo. También de realizar un formateo seguro de los datos y finalmente llevar tu equipo al centro de reciclaje más cercano.

Es muy importante el formateo del disco duro antes de enviarlo al centro de reciclaje. Hablamos de formateo seguro, no el típico formateo desde las herramientas propias de Windows. Con un formateo «normal» el disco duro es susceptible a una posible recuperación de los datos que contenía, sea ésta una recuperación completa o parcial. Los datos que puede contener un disco duro pueden ser contraseñas, cuentas bancarias, fotografías, correos electrónicos, datos de otras personas, historiales médicos descargados etc. Si tienes dudas ponte en contacto con nosotros.

Si tu ordenador dispone de Windows Vista, puedes decidir comprar un equipo nuevo o actualizar el equipo. Entre las opciones de actualización puedes: Instalar Windows 10, si utilizabas el pesado Windows Vista es más que probable que pueda con Windows 10. Ampliar la memoria RAM y/o sustituir el disco duro por un flamante SSD (disco duro en estado sólido, sin piezas móviles). En próximos posts hablaremos sobre ellosEl coste será inferior a un equipo nuevo, y podrás mantener todos tus datos.

Disco duro SSD

Si tu ordenador dispone de Windows 7 o Windows 8, es un candidato perfecto para que puedas actualizar a Windows 10. Lo comentado en el párrafo anterior es aplicable para este caso, aunque es muy posible no tener que aumentar la memoria RAM o cambiar el disco duro. Muchas veces, realizando una instalación limpia del sistema operativo nuevo se corrigen los problemas que acusaba antes del cambio, sean éstos producidos por virus, falta de espacio en disco, programas que consumían los recursos del equipo, fragmentación del disco etc

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